La salud emocional de docentes y estudiantes: una prioridad en el aula post-COVID
La salud emocional es clave en el aula pos-COVID. Descubrí cómo cuidarla en docentes y estudiantes para un aprendizaje más humano y efectivo.
El desafío emocional después de la pandemia
La pandemia de COVID-19 no solo ha afectado la enseñanza y el aprendizaje académicamente, sino también emocionalmente . La ansiedad, el aislamiento, la sobrecarga y la falta de motivación marcaron la experiencia de docentes y estudiantes.
Con el regreso a la presencialidad, quedó claro que la salud emocional es una prioridad en la escuela post COVID : no puede haber aprendizaje significativo si no se atienden primero las necesidades emocionales y psicológicas de quienes habitan el aula.
1. Reconocer las emociones como parte del aprendizaje
El primer paso es comprender que enseñar y aprender también es un proceso emocional .
-
Los estudiantes regresan con rastros de soledad, inseguridad o desconexión.
-
Los docentes cargan con el cansancio acumulado de sostener la virtualidad.
👉Validar estas emociones es fundamental para reconstruir la confianza.
2. Espacios de escucha y diálogo
La escuela debe posibilitar instancias donde puedas conversar y compartir lo vivido .
-
Dinámica de conversación grupal.
-
Tutoría y apoyo individual.
-
Actividades de expresión: escritura, arte, música, teatro.
La palabra compartida sana y fortalece vínculos .
3. Promover el autocuidado docente
El bienestar del docente es la base del bienestar del alumno.
-
Evite la sobrecarga de trabajo con una planificación flexible.
-
Fomentar los descansos activos, las técnicas de relajación y la atención plena.
-
Construir redes de apoyo entre colegas para compartir experiencias.
👉Un docente solidario tiene más recursos que cuidar.
4. Estrategias para fortalecer la resiliencia estudiantil
Los estudiantes necesitan herramientas para afrontar la incertidumbre:
-
Trabajar la gestión emocional desde actividades prácticas.
-
Incorporar proyectos colaborativos que refuercen el sentido de pertenencia.
-
Ofrecer espacios donde puedan poner en palabras sus miedos y esperanzas .
5. Integrar la educación socioemocional en el currículo
La salud emocional no debe quedar como algo “extra”, sino integrarse en la propuesta pedagógica:
-
Programas de educación emocional y coaching educativo .
-
Actividades de reflexión al inicio o final de clases.
-
Evalúa no sólo los conocimientos, sino también las habilidades blandas como la empatía, la escucha y el trabajo en equipo.
✨ Conclusión
La escuela pos-COVID no puede limitarse a recuperar contenidos. La verdadera tarea es reconstruir la dimensión humana de la educación .
Cuidar la salud emocional de docentes y estudiantes no es un lujo, es una necesidad. Solo así podemos garantizar que el aula sea un espacio de aprendizaje, resiliencia y crecimiento integral.
¿ Cómo trabaja tu escuela en la salud emocional después de la pandemia? Comparte tu experiencia en los comentarios.
Prof. Maximiliano Mannetto